martes, 1 de septiembre de 2015

DISPARATES / 138

ALISON BECHDEL: UNA FAMILIA TRAGICÓMICA Y UN ESCÁNDALO AMERICANO

La prensa anglosajona viene informando estos días de una controversia surgida en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, donde algunos alumnos han mostrado su rechazo a la novela Fun Home, obra autobiográfica de Alison Bechdel y lectura recomendada para el verano por los docentes de esta prestigiosa universidad privada. La novela, según estos alumnos, parece ser “insensible hacia los valores conservadores”.

La polémica, que no parecía en un principio destinada a trascender el ámbito universitario, y que ha sido aireada en forma de escándalo por la prensa, fue originada por unos artículos aparecidos en la revista de la propia Universidad, The Cronicle. Un alumno de primer año escribió allí que “leer este libro me obliga a cuestionar mis convicciones morales, personales y cristianas”, palabras a las que replicó una estudiante con el argumento de que “la lectura de este libro te permitirá abrir la mente a una nueva perspectiva y a considerar una forma de vida y de pensamiento con los que no estás familiarizado”. Para muchos, “las representaciones visuales explícitas de la sexualidad son contrarias a la moral”, por lo que califican el libro de pornográfico. En declaraciones a The Cronicle, la profesora Sherry Zhang, que es miembro del comité de selección de lecturas de la Universidad de Duke, afirmó que nunca pensó que el libro pudiera ser materia de controversia, y que no tiene la intención de retirarlo de la lista de lecturas recomendadas. Incluida en esta lista no sólo por su calidad, Fun Home sirve también de demostración, según ella, “de cómo la universidad puede ser un espacio en el que se trate de temas sociales como la orientación sexual”. Y añadió: “Leer el libro o no leerlo es decisión del estudiante. Sólo quiero animarlos a explicar por qué lo leyeron o no”.

Después de que el asunto fuera tratado por diversos periódicos estadounidenses, con el Washington Post a la cabeza, y de que se hiciera eco del mismo The Guardian en Reino Unido, la revista universitaria de Duke publicó la semana pasada un editorial en el que se procuraba relativizar la polémica, arguyendo que “con casi mil setecientos nuevos alumnos cada año, es inevitable que algunos reaccionen de manera distinta a como lo hicieron sus predecesores”. Y el mismo editorial añade que “sería útil para la comunidad de Duke y para el resto del mundo situar el debate en su contexto, teniendo en cuenta que Fun Home fue acogida con entusiasmo por la mayoría de los alumnos”. Parece ser, en efecto, que gran parte de los que se han manifestado contrarios a la novela de Bechdel son estudiantes ingresados este mismo año. La semana pasada la propia autora de la novela dio una conferencia en la institución, la cual tuvo lugar con el aforo completo y fue celebrada por el colectivo de gays, lesbianas y transexuales de Duke como un triunfo de “la creatividad y de la libertad de expresión”.

Alison Bechdel nació en Pensilvania en 1960. Su padre era profesor, coleccionista de antigüedades y director de una funeraria, la cual se encontraba en un edificio al que sus hijos llamaban “Fun Home” (La Casa de la Alegría). De su madre, profesora de literatura inglesa, heredó Alison un gusto por la literatura que se manifestó tempranamente, y el cual se vinculó con su afición a las historietas, hacia las que se sintió atraída porque eran “cosas de chicos”. Mientras estudiaba en un instituto de Ohio, donde obtendría el título de Bachelor of Arts, envió una carta a sus padres confesando su homosexualidad. A su vez su madre le confesó entonces que el padre de Alison era homosexual, y que a pesar de su respetable fachada había mantenido en el pasado relaciones con adolescentes. Cuatro meses después, hallándose en pleno proceso de divorcio, el padre de Alison fue arrollado por un camión, acontecimiento que fue interpretado por la hija como un suicidio, consecuencia del conflicto entre su realidad y sus apariencias.

A inicios de los años ochenta, Bechdel empezó a publicar en la revista Womanews una tira cómica titulada Dykes to watch out for, serie de historietas que más tarde serían recopiladas por Firebrand Books, editorial de Míchigan especializada en libros de temática feminista y gay. Estas obras primerizas prefiguran ya lo que sería el universo creativo de Bechdel, dotado de una fuerte carga política y de un cierto carácter autobiográfico, todo ello alrededor de las cuestiones sociales referidas al colectivo de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. También entre 1988 y 1990 Bechdel publicó la tira cómica Servants to the Cause, cuyo éxito la animó a crear su primera novela gráfica, Fun Home, que recibió diversos premios y fue designada en Estados Unidos como la mejor novela gráfica de 2006. A ésta sucedió en 2012 una segunda, Are You My Mother?, obra también autobiográfica en la que la autora se interrogaba acerca de la relación con su madre y que estaba concebida en torno a las más avanzadas teorías del desarrollo infantil. De ambas existe edición en castellano.

Además, Bechdel es conferenciante y colaboradora de diversos programas de televisión. Ha impartido cursos acerca del cómic en la Universidad de Chicago y participado en diversos documentales. Si bien, sin proponérselo, Bechdel se ha convertido en Estados Unidos en una de las representantes del colectivo LGBT, ella no se considera a sí misma como una activista política, ni cree que sus historietas puedan herir la sensibilidad de sus lectores. Ello no ha impedido que a lo largo de su carrera haya tropezado frecuentemente con los intentos de censurar su obra. Provisionalmente Fun Home fue retirada del catálogo de algunas bibliotecas públicas a causa de las quejas de sus usuarios, y en 2008 una plataforma denominada “No More Pornography” realizó una amplia campaña de recogida de firmas para solicitar la prohibición de Fun Home en la Universidad de Utah. En 2013, en Charleston, la misma obra recibió críticas del líder de “Palmetto Family”, una agrupación religiosa de Carolina del Sur, quien consideró que el libro “no era apto como lectura universitaria”. Con motivo de dicha controversia, Bechdel afirmó en una entrevista que “Fun Home, por el contrario, es especialmente apropiado para estudiantes universitarios de primer año, ya que se ocupa de cuestiones referidas a la identidad, como la de ‘¿quién soy yo y cómo encajo entre los otros?’… La novela tiene secretos familiares y los saca a la luz del día… La mayoría de las familias tiene secretos de uno u otro tipo, y creo que empezamos a sentir curiosidad acerca de ellos cuando llegamos a la edad adulta y tratamos de averiguar quiénes somos nosotros mismos en relación a nuestros padres… El libro ayudará a los estudiantes a comprender que no son únicos, que nuestra experiencia es compartida por millones”.

Fun Home relata una densa y compleja relación familiar. La autora evoca aquí sus primeros recuerdos infantiles y los de su primera juventud, siempre desde la perspectiva tragicómica que anuncia el subtítulo de la obra, lo que incluye dosis no pequeñas de mordacidad y de humor negro. La audacia del tema que Bechdel nos propone corre aquí paralela a la manera en que se expone la narración, la cual no obedece a un orden cronológico ni a ninguna otra clase de linealidad objetiva. Se trata de una reflexión que se ilustra con escenas tomadas de la vida doméstica, cuya refinada arquitectura ha dado pie a algunos críticos a vincular la obra a la de autores como Proust, Scott Fitzgerald o Nabokov. Fun Home es de hecho una obra literaria de primer orden, la cual se ha adaptado de un modo tan eficaz como natural a su formato gráfico. Éste es deudor del estilo de dibujantes ya clásicos como Charles Addams, de la que la autora fue alumna, e incluye gran variedad de representaciones de documentos de carácter legal, textos epistolares, citas literarias y fragmentos del propio diario de la autora, materiales que sirven de indagación a fin de ilustrar los secretos y la desintegración de la familia protagonista.

En 2013 se estrenó en Broadway la adaptación de Fun Home como espectáculo musical, que fue muy bien recibido por la crítica y llegó a ser finalista del Premio Pulitzer. El personaje de Bechdel era allí interpretado por tres actrices, cada una de las cuales encarnaba uno de los períodos de la vida de la autora. En su creación tomaron parte Lisa Kron, encargada de la dramaturgia, la compositora Jeanine Tesori y el director Sam Gold. Con motivo de la reposición de la obra, hace unos meses, Bechdel afirmó que había “una diferencia entre la representación y mi vida, pero se trata de una frontera muy extraña y permeable”. El pasado abril todo el equipo de la producción acompañó a Bechdel a Charleston para protestar por el recorte de fondos para la Universidad.

Fun Home es hoy una obra de referencia en la literatura sobre los roles de género y sobre el modo en que estos se entienden en nuestra sociedad, sobre los códigos estrictos que se les atribuyen en algunos lugares de Estados Unidos y sobre la manera en que tales códigos fuerzan a las personas, en su existencia cotidiana, a vivir dolorosamente una doble vida. Pero es además un honesto libro de memorias admirablemente narrado con imágenes, una novela atípica que ha vendido en Estados Unidos más de un cuarto de millón de ejemplares y cuya accidentada trayectoria, en estos últimos años, ilustra a la perfección la buena salud de un pensamiento conservador y negativo, sustentado en el auge actual de las barreras de protección que, ya sean físicas o imaginarias, se erigen frente a personas e ideas, tomadas unas y otras como amenazas ante las que es necesario replegarse. Ninguno, en efecto, de los estudiantes de Duke que rechazaron el libro se había tomado la molestia de leerlo. Es que, como decía una de las alumnas de aquella Universidad, no querían abrir la mente a una nueva perspectiva ni considerar otras formas de vida y de pensamiento.

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