jueves, 26 de septiembre de 2013

DISPARATES / 84

MANUEL VALLS Y LOS GITANOS. UNA RESPUESTA

El Ministro del Interior del gobierno socialista francés Manuel Valls, al que ya nos hemos referido aquí, merece para nosotros una atención singular en su calidad de líder de lo que parece ser la futura apuesta política de lo que queda de la socialdemocracia, en unos tiempos como estos en los que tal propuesta política intenta sobrevivir aun a costa de sacrificar los que fueron sus principios desde la postguerra europea. La siguiente carta abierta, que apareció ayer en algunos medios franceses, ha sido redactada a propósito de unas declaraciones del ministro efectuadas esta semana, las cuales son ilustrativas acerca de las intenciones, la naturaleza y la estrategia del ministro Valls y de quienes le postulan como candidato de su partido para las elecciones presidenciales de 2017.

Jean Ortiz, historiador y sindicalista francés, nació en Tarn en 1948, hijo de un republicano español. Es autor de diversos ensayos y en los últimos años se ha señalado por su apoyo a los intentos del juez Baltasar Garzón de investigar los crímenes del franquismo. Es además fundador del festival latinoamericano “CulturAmérica”, que se celebra en Pau desde 1992.

CARTA ABIERTA AL INSOPORTABLE MANUEL VALLS

Jean Ortiz

Señor Ministro:

…Le he escuchado en France Inter y luego en RMC, en el programa de Jean Jacques Bourdin.* Medio dormido, creí que escuchaba a un dirigente del Frente Nacional. Incluso me pareció por un momento, periodista biempensante, que era usted quien entrevistaba al ministro de izquierda J.J. Bourdin.

…Un poco de agua fresca como antaño por la mañana en los “campos de concentración” de Argelès, de Barcarès, donde fueron acogidos nuestros padres republicanos españoles, y he aquí que me termino de despertar.

…No, no soñaba. Se trataba del Ministro del Interior de Hollande, catalán naturalizado francés en 1982, y no de Albert Sarraut ni de Daladier, ministros de las alambradas “de izquierda” en los años 1930.

…Hay en Francia alrededor de 20.000 gitanos, sí, usted lo ha leído bien: “solamente” 20.000, pero si debemos creer al ministro de las “expulsiones forzosas” (denunciadas por Amnistía Internacional), ellos amenazan la seguridad de nuestro país, más que el paro, los ocho millones y medio de pobres, los costes devastadores de la acumulación de capital, “Francáfrica”,** los estafadores de cuello blanco, los vampiros del CAC 40,*** los especuladores bursátiles…

He aquí el peligro: los gitanos, los “ladrones de gallinas”, he aquí el nuevo chivo expiatorio estigmatizado para meter miedo a los plebeyos, para hacerles tragar la austeridad “de izquierda”, las traiciones, los reniegos de este gobierno “caniche de Estados Unidos”, un papel que no quieren ya ni los ingleses.

…Como no estamos en Estados Unidos, no podemos autorizar el uso de armas contra los gitanos… Pero hay palabras que son aún más temibles que las armas. Escuchemos al ministro “socialista” repetir una y otra vez: “Es ilusorio pensar que se resolverá el problema de los gitanos por medio de la inserción”. No hay necesidad por consiguiente de una “estrategia de integración”, como pide Viviane Reding, vicepresidenta de la Comisión Europea. “Los gitanos tienen vocación de regresar a Rumanía y Bulgaria”. Se abre la caja de Pandora. Los gitanos son sin duda un problema insoluble para nuestra civilización… “Una mayoría debe ser reconducida a la frontera” (M. Valls). ¿Es esta “libre circulación” la que garantizan los acuerdos y tratados europeos? Los gitanos, como es bien sabido, son refractarios a la “inserción”, al derecho a la salud, a la educación, a la vivienda… El ministro se jacta de haber desmantelado 242 “campamentos” desde el 1 de enero de 2013… 11.982 inmigrantes puestos en la calle y confrontados con una exclusión y una precariedad redobladas. Aquí, nada o muy poco se les ha ofrecido.

“Ser de izquierdas”, parafraseándole, señor, no es bailar el vals con Guéant y Hortefeux.**** No es ser el querido de la derecha por motivos arribistas. Es perseguir a los explotadores sin fe ni ley, a los que “se enriquecen durmiendo”, no a los pobres.

“Ser de izquierdas” es tener un corazón solidario, y no chapotear en las ciénagas podridas de las que se nutre el Frente Nacional. Es rechazar la “guerra de civilizaciones”; es preferir Jaurès a ese Clémenceau que usted tanto ama; es estar con la Comuna contra Thiers y Versalles; es considerar que el Otro, “el extranjero”, es un otro-yo-mismo, y que usted no existe sino por él.

Pero para comprender todo esto, Manolo, es preciso ser de izquierdas.

¿Qué pretende Manuel Valls? ¿Dar garantías a la extrema derecha para alcanzar el grado de presidenciable? A ese precio, usted se deshonra, y con usted el cargo que ocupa.
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* Jean Jacques Bourdin, popular periodista radiofónico, presentador, animador y estrella de un programa matinal de la emisora RMC.
** “Françafrique”, término que hace referencia a las relaciones de Francia con África, en especial con sus ex colonias.
*** El CAC 40 es el índice de referencia de la Bolsa francesa.
**** Claude Guéant y Brice Hortefeux, anteriores ministros del interior, ambos conservadores. El primero de ellos se ha visto envuelto en un grave caso de corrupción.
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FUENTE: LE GRAND SOIR

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